Historia de la casa



En 1928 Victoria Ocampo encarga a Alejandro Bustillo una casa
en Barrio parque con un concepto arquitectónico innovador
para la época. La casa se convierte rápidamente en objeto de
crítica de los vecinos y allegados a Victoria, quien solía no
concordar con el espíritu de cuerpo de la alta sociedad porteña.
“Adoré esa casa de Rufino de Elizalde como a ninguna. Me
gustaba como arquitectura. Me gustaban los espacios y quería
colmarla de objetos bellos, pero escasos. Nada superfluo o sin
sentido. La arquitectura moderna me fascinaba. Tenía hambre
de paredes blancas y vacías. Era una nueva manera de vivir.”
Bustillo tampoco se sintió a gusto con el proyecto, su estilo por
excelencia era el neoclásico francés. “Victoria era una coqueta
que siempre se salía con la suya Esta casa parece una maquette
con jirafas, por este motivo no la firmé”.
Motivo de equívocos y fabulaciones ha sido el vínculo de la casa
con Le Corbusier ya que es posible reconocer la influencia del
planteo racionalista en los ambientes luminosos donde resaltan
las líneas depuradas, contrastando con los lujosos petit hotel
que elevan sus perfiles afrancesados entre una fronda de
jacarandaes, tipas, palos borrachos y ceibos, que el arquitecto
paisajista Carlos Thays diseñó como Barrio Parque en 1912.
Lo cierto es que Le Corbusier no participó en la concepción del
proyecto, aunque lo ponderó en su único viaje a Buenos Aires
en 1929: “ella solamente ha tenido el gesto decisivo en arquitectura,
construyendo una casa que hace escándalo (…) encontré
en la casa de Victoria Ocampo obras de Picasso y Léger en el
marco de un purismo que raramente he visto hasta ahora.”
El edificio está compuesto por varios volúmenes despojados de
ornamentación. Las paredes son de ladrillos blanqueados y se
alzan en una serie de planos, de cuadrángulos y cubos desde un
solo pilar circular que arranca desde el pórtico central. El hall de
entada continúa los planos luminosos de la fachada. El austero
tratamiento de las superficies con una equilibrada proporción de
llenos y vacíos, el manejo de la luz natural en los interiores y su
fluida relación con el exterior, la continuidad espacial sin
ornamentos, son rasgos que hacen a su modernidad.



Reunión fundacional de la revista Sur, 1931: Eduardo J. Bullrich, Borges, Francisco Romero,
Eduardo Mallea, Enrique Bullrich, Victoria Ocampo, Ramón Gómez de la Serna, Pedro Henríquez
Ureña, Norah Borges, Oliverio Girondo (barbado), María Rosa Oliver, Carola Padilla, Ernest
Ansermet y Guillermo de Torre.



En 1930 la casa es utilizada como sede de redacción de la
revista SUR, que se convertiría en una de las más importantes
revistas literarias de la época y en la que colaboraron destacados
escritores argentinos y extranjeros como Jorge Luis
Borges, José Ortega y Gasset, Alfonso Reyes, Adolfo Bioy
Casares, Pedro Henríquez Ureña, Oliverio Girondo, Octavio
Paz, Jules Supervielle, Silvina Ocampo, Ramón Gómez de la
Serna, Eduardo Mallea y tantos otros que a través de sesenta
años generarían un significativo espacio de lectura.
El proyecto de refuncionalización del edificio, realizado por Luis.
Benedit y Alejandro Corres, tuvo como principal desafío el
traspaso de una construcción concebida como vivienda a un
espacio de uso público, sin dejar de lado que la casa ya había
sido modificada por la intervención de sucesivos ocupantes. En
primer lugar los arquitectos buscaron volver la fachada a su
versión original, ya que el frente principal había sido alterado
años atrás. Hay planos fidedignos de la documentación original
producida por Bustillo que permitieron cumplir con ese primer
objetivo.
Para cumplir con las estipulaciones de este tipo de edificios se
diseñaron baños para el público, guardarropa, aire acondicionado
y sistemas de seguridad. No se han tocado los hogares
de leña –piezas art-déco– ni los artefactos de iluminación
embutidos en las paredes, ni los pisos ni las habitaciones de los
pisos altos.


El edificio está compuesto por varios volúmenes despojados de ornamentación. Las paredes  son de ladrillos blanqueados y se alzan en una serie de planos, de cuadrángulos y cubos desde un solo pilar circular que arranca desde el pórtico central. El hall de entada continúa los planos luminosos de la fachada. El austero tratamiento de las superficies con una equilibrada proporción de llenos y vacíos, el manejo de la luz natural en los interiores y su fluida relación con el exterior, la continuidad espacial sin ornamentos, son rasgos que hacen a su modernidad.


La casa se abre al publico como Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes en abril de 2005 con la finalidad de proporcionar un espacio para que los distintos actores culturales realicen presentaciones, seminario de investigación, jornadas y actividades de difusión de las expresiones culturales de nuestro país. 



Los sábados a las 15 y a las 18 hs se realizan  visitas guiadas y no requieren reserva previa, salvo en el caso de grupos numerosos.
La visita incluye recorridos por sectores de la casa cerrados al publico durante el horario habitual de eventos, con información histórica y arquitectónica.
También se recorren las muestras de artesanías y artes visuales que se hallen montadas en ese momento, durante las cuales se brinda información detallada sobre las mismas.